Echa la vista atrás hasta tu más tierna infancia, recuerdas cuando…
No te esfuerces demasiado en encontrar tu primer recuerdo, la mayoría de las personas no son capaces de recordar casi nada anterior a los cuatro años. Es un hecho conocido como amnesia infantil, algo muy normal, resultado del desarrollo intelectual de los niños.
Ahora, en vez de hacia atrás, mira hacia dentro, es muy probable que ahí abajo, junto a las vísceras mas funcionales, encuentres algún residuo de tus primeros recuerdos. No verás tus primeras vacaciones, ni alguna situación cómica en la que fueras protagonista. Si no que hallarás emociones. Emociones residuales que se archivaron en tu ser tiempo atrás, emociones que han forjado tu personalidad a lo largo de los años sin que fueras consciente, emociones provocadas por algún trauma infantil, como el primer día de colegio en el que nos separamos por primera vez de nuestros padres, un ataque de risa jugando al «cucu trás» o la curiosidad innata ante el mas allá por el fallecimiento de un ser querido. Aunque todas estas experiencias las olvidamos rápidamente, la emoción que provocaron en su momento queda grabada en nosotros para siempre.
Cuando quieras recordar no acudas a la memoria, acude al corazón y sabrás de donde vienes. Busca experiencias que te hagan sentir y sabrás a donde vas.
¿Cuales fueron tus primeras emociones?