¿Sabías que el ser humano es el animal más social del planeta?
Esto es así debido a nuestra lentitud para desarrollarnos. Somos dependientes de nuestros progenitores hasta edades muy avanzadas, desde tiempos inmemoriales hemos necesitado la protección del grupo, y si a eso además le añadimos el apego emocional que adquirimos con el paso del tiempo, las relaciones duran de por vida y nuestros seres más cercanos se convierten en nuestros seres más queridos.
Somos sociales hasta el punto de que el ser humano necesita de otras personas para poder ser completamente humano. ¿Has pasado alguna vez bastante tiempo sol@?
Necesitamos expresarnos y que alguien escuche nuestro mensaje, que nos comprendan, necesitamos pertenecer a un grupo y sentirnos parte de él.
Esto último es mucho más importante de lo que aparenta. Sentirnos arropados por los nuestros, nos aporta una fuerza extra y confianza en nosotros mismos, esas personas son tu hogar, tu refugio y hay que cuidarlo y conservarlo en buen estado. De eso se trata de cuidarse unos a otros, de estar a las buenas y a las malas, de quererlos como son, sin intentar cambiarlos, disfrutar de la esencia de los que nos rodean y compartir la nuestra sin miedo, sabiendo que siempre te aceptaran tal y como eres.
Muéstrales tu amor, recuérdaselo, recuérdales también que les apoyas, que les perteneces.
Somos familia, somos manada.