Echa un vistazo a la selección de puertas que hemos encontrado por la red. Llamativas, originales algo bizarras o clásicas.
¿Cual es la tuya?
¿Puede haber algo más colorido? En estos ejemplos se hace un claro homenaje al sentido de la vista.
Lo clásico con un toque de color. La combinación entre azules y ese amarillo apagado es perfecta.
El color blanco siempre transmite pureza y relajación, y la forja que corona el marco de la puerta le da el toque artístico necesario para romper con la sobriedad.
Este estilo de puerta es más clásico, pero no por ello deja de llamar nuestra atención.
Pura obstentación
En estos dos ejemplos, se nos cuelan las rayas como forma decorativa y no quedan nada mal ¿Verdad?
Esta vez es el arte el que se nos cuela, en forma de pintura o de grabado.
La doble puerta con su toquecito de color no podía faltarnos. Un estilo atemporal.
¿Qué habrá detrás de cada una de ellas?